Llega al catálogo de Playtime, El pes de la palla, un documental que orbita alrededor de una conversación con un maliense (Oumar Diallo). No sabemos de dónde viene, no sabemos quién es, pero iremos entendiendo que nos habla desde un lugar recóndito de una ciudad europea y que tenemos delante no a un hombre cualquiera, sino una voz que expresa su perplejidad.
Empieza el día en una ciudad que reconocemos como occidental. Las estatuas de la plaza, que nos remiten a un pasado luminoso y potente, están hoy disfrazadas, transformadas por las últimas manifestaciones. Un hombre negro camina entre ellas mientras se dirige a su cita. Llega delante de una puerta vieja y roída. Una silla y una cámara le están esperando.
Azuzado por las preguntas de la cámara, el africano empieza a hablar sobre lo que ve en esta sociedad que le ha acogido: la calidad de las personas y de sus relaciones, la manera de vivir el tiempo, la sabiduría, lo sagrado...
Más que revelarnos nada, sus declaraciones parecen estar recordándonos alguna cosa que quizá hayamos olvidado. A medida que la pieza avanzará, se nos desgranará su mirada a la vez perpleja y amorosa hacia los blancos. Una mirada impregnada de un sentido común que quedará contextualizada en el momento político y social del occidente convulsionado de hoy en día.
Ha pasado el día allí, ha comido, ha dormido y ha hablado mucho.
Nuestro invitado está cansado y decide que la conversación se ha acabado. Vuelve a la calle, ya ha anochecido, la oscuridad se lo comerá. Reaparecen entonces las estatuas de la plaza, pero ahora sin disfraces, pulcras… Límpias.
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